Sobre Mí

Mi nombre es María Rodríguez Alonso. En el 2008 me licencié en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela y en el 2013 obtuve el título de especialista en Obstetricia y Ginecología en el Hospital Teresa Herrera-Materno Infantil de A Coruña. En el 2017 realicé el Máster en Reproducción Asistida del IVI, impartido por la Universidad Rey Juan Carlos.

Empecé mi carrera profesional compatibilizando la medicina pública con la privada, para dedicarme en exclusiva a la medicina privada en el 2014.

Cuando tuve que decidir en qué me quería especializar, pensé que me gustaría ser una ginecóloga cercana, a la que las mujeres acudiesen sin ir angustiadas por la exploración o cohibidas por lo que me iban a contar. Me encanta explicar las cosas de manera sencilla, con dibujos y palabras que se comprendan y no utilizar términos médicos complicados para parecer importante. Me gusta que vengan las adolescentes por primera vez, porque intento que no tengan miedo a volver a una consulta ginecológica.

Creo que ser buena profesional es, además de tener conocimientos y formación, tener empatía, ponerse en el lugar de la otra persona siempre, a veces los miedos son infundados, pero ahí están y es importante comprender y tranquilizar.

Tengo la suerte de haber elegido una de las pocas profesiones médicas en la que no sólo vemos enfermedades, en muchas revisiones rutinarias que hacemos se da la gran noticia de que todo está bien y también hacemos el seguimiento de embarazos que en su mayoría evolucionan sin contratiempos, finalizando con un bebé sano y una familia feliz. Con esa mujer o esa pareja acabas teniendo una conexión especial, pues la ves durante meses y acabas asistiendo al nacimiento de “su hijo”. Son momentos muy bonitos e importantes en la vida.

Pero por desgracia, no siempre va todo bien, hay problemas ginecológicos que necesitan tratamiento, explicación, a veces cirugía; y también puede haber complicaciones en el embarazo y en el parto. Para esos momentos también es importante esa complicidad y esa empatía.

Lo que más me gusta de la medicina privada es que tratas a tus propias pacientes, las conoces, sabes cómo es su situación personal, les haces el seguimiento, si hay que operarlas o atenderles el parto, conoces su caso y posteriormente ves cómo ha sido su recuperación. Me gusta esa atención personalizada y cercana.

He creado este blog, para que lo que os explico en la consulta pueda llegar a todas las mujeres a las que les interese.